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En el artículo de hoy quería escribir algo muy enriquecedor para ti, ¡especialmente para las mujeres! Si te sientes miserable porque estás envejeciendo, ¡entonces miseria es lo que puedes esperar para tu vida! Incluso tu piel reflejará esa miseria. Y nunca lo olvides: ¡tus células escuchan tus pensamientos!Así que ten mucho cuidado con lo que permites en tu mente.
Para ser muy honesta, cuando cumplí 30 años, ¡estaba jodidamente deprimida! Me sentía vieja, miserable, como si no hubiera logrado nada relevante en mi vida y también me sentía muuuuy sola a pesar de que estaba en una relación (una de las peores, para ser sincera).
Veamos todos los sentimientos anteriores en detalle, ¿de acuerdo?:
1. Entendí que el número no era el problema. El problema era mi mentalidad.
2. Me sentía vieja: porque hacía cero ejercicio, mi alimentación era horrible porque no sabía que era intolerante al gluten y no sabía que los productos "sin lactosa" son una creación del mercado, así que si eres intolerante a la lactosa NO PUEDES comer lácteos, punto. Entonces, sufría una gran inflamación interna que estaba destruyendo mi metabolismo, mis hormonas y, a nivel celular, mi humanidad envejecía demasiado rápido debido a esas dolencias.
Todo lo anterior, fue una absoluta falta de conciencia. Sinceramente, siento curiosidad por saber si la mayoría de las personas son verdaderamente felices cumpliendo con la idea generalmente aceptada de “éxito”. Te explico por qué...
Cuando cumplí 30 años, sentí que no había hecho nada relevante porque todos mis amigos y excompañeros de la facultad de derecho estaban haciendo MBAs, doctorados o cualquier estudio de posgrado que pudiera sumar a su curriculum. Y, además, no hacian nada mas que trabajar como bestias. Y, al mismo tiempo, se comprometían o se casaban y comenzaban a elegir la casa familiar y a hacer una lista de nombres para guaguas (bebés para el resto del mundo hispano).
¿Y yo? Mi corazón estaba con mi banda. Estaba el 70 % del día creando mis líneas vocales para nuevas canciones porque estábamos trabajando en nuestro segundo álbum independiente (era un pasatiempo que nos tomamos muy en serio, por favor no creas que eramos pro, jeje!).Realmente no me importaba tener un MBA, casarme o elegir nombres para guaguas. Solo quería sentir felicidad. No sabía cómo ni dónde encontrarlo, ¡pero ese es un tema para otro artículo! (porque ahora lo sé).
Mi punto es... no me importaban las construcciones sociales, sentía que no necesitaba esas cosas para tener éxito, pero el problema era que no estaba emocionalmente sana (¡esta idea es clave! sigue leyendo...)
¡Gosh, cómo empezar con esto! Creo que aquí corresonde escribir la siguiente afirmación: “nunca vas a encontrar el amor verdadero, si primero no trabajas duro en tu sanación emocional” .
El pololo (novio) que tuve cuando tenía 30 años erana buena persona. Pero él estaba tan herido emocionalmente como yo. Era celoso de forma crónica, tenía problemas de infancia con su padre y un largo etc. No fue fácil para mí terminar la relación, porque como yo también estaba herida emocionalmente, sus celos hacia mí se percibían como “preocupación”. Entonces, no lo dejaba porque "él se preocupaba por mí". Pensaba que me amaba tanto, por eso estaba tan celoso y se sentía amenazado por cada hombre que me saludaba. Y, por otro lado, yo necesitaba mucho sentirme necesitada, apreciada, escuchada y vista.
Ese es un análisis hermoso, ¿verdad? ¡El problema es que no tenía idea de lo que acabo de escribir en ese momento!
En resumen, cuando cumplí 30 años, sentía que estaba cumpliendo 80. Sentía que mi vida se acababa. Sentía que no tenía nada. Me sentía miserable. Me comparaba con todos los que me rodeaban, no porque quisiera ser como ellos, sino porque no estaba segura de quién quería ser.
Cuando tienes una infancia que deja cicatrices en tu autoestima, eres propensa/o a complacer a la gente y a copiar construcciones sociales porque te sientes segura/o te sientes parte de "la tribu". Básicamente, porque si logras la idea general de éxito, obtendrás la validación y la admiración de tus compañeros. Y eso lo vas a sentir y recibir como “el amor que te falta”.
¿QUÉ CAMBIÓ CUANDO CUMPLÍ 40 AÑOS?
Casi nada, lamento decirlo!!
Todavía me sentía perdida, viviendo una construcción social, me había convertido en mamá sintiéndome enferma emocionalmente. Alguien que estaba destruyendo la salud emocional y mental de sus hijos. Alguien con profundos problemas maritales (¡recuerda la afirmación que escribí arriba!), pero esta vez ya no me sentía miserable. Estaba emocionalmente desconectada.
Y el problema era que las únicas emociones que sentía eran rabia, miedo y una constante necesidad de defenderme, agresivamente.
Entonces, el día que cumplí 40 recuerdo que pensé "¡basta!". Y tomé la decisión de estar mejor. ¿Cómo? ¡No tenía ni p*^% idea! Pero estaba decidida a hacerlo.
La frase “tienes que tocar fondo” es muy cierta. Fue popularizada por Alcohólicos Anónimos y significa que una persona ha llegado a un punto en el que no tiene nada más que perder. Y es por eso que están dispuestos a aceptar ayuda y trabajar por el cambio. ¡Creo que es del terror eso de tocar fondo! Pero funciona, porque la gente finalmente encuentra la salida del pozo.
¡Así que toqué fondo y pude levantarme y renacer como un fénix!
Hay una cita de Nelson Mandela que me encanta que dice así...
“La mayor gloria de vivir no radica en no caer nunca, sino en levantarse cada vez que caemos”.
Ahora, ¿cómo hacemos esto? ¿Cómo podemos levantarnos en lugar de enfermarnos? o incluso suicidarse? (Suena horrible, pero es una realidad), porque hay una cantidad limitada de dolor que cada persona puede soportar a la vez, ¿verdad?
Para mí, fue conectarme de nuevo con mis creencias. Y también haciendo algo llamado “estar plenamente presente”. Y para hacerlo me comprometí a:
Sentir el dolor. Tomé medicamentos recetados por un psiquiatra porque los necesitaba, de lo contrario, iba a perder la cabeza. Pero ese entumecimiento tiene que terminar en algún momento si realmente quieres sanar.
Practicar la autocompasión reformulando mis pensamientos negativos (¡esto es difícil! no te voy a mentir...)
Asumir la responsabilidad de mi vida, porque yo era la única que podía cambiar mi vida para siempre.
Conectar conmigo mismo y tener curiosidad sobre hacia dónde quería dirigir mi vida.
Todo lo que hice fue crucial para aprender a sentir. No sentimos, sobrevivimos. Y esto es exactamente lo que me destruyó a mí y ha destruído a muchas otras personas.
Estoy comenzando mis 40s en este momento y me siento más viva, llena de energía y empoderada de lo que nunca me sentído en mis 20 y he aquí por qué:
He pasado por muchas cosas, he superado muchas cosas en mi vida, por lo cual he aprendido a ser agradecida y a apreciar lo que otros ni siquiera pueden ver.
He aprendido a ser compasiva conmigo misma. Y esto es mejor que la autoestima, ya que no tienes que sentirte mejor que los demás para sentirte bien contigo misma/o. Cuando eres compasiva/o contigo misma/o, eres amable y comprensiva/o en lugar de ser duramente autocrítica/o cuando fallas, cometes errores o te sientes inadecuada/o. Te brindas apoyo y aliento en lugar de ser fría/o y crítica/o cuando surgen desafíos y dificultades en tu vida.
Ser mamá me ha ayudado a sanar heridas de la infancia y, en definitiva, permitir que el dolor se transforme en sabiduría y empoderamiento para el crecimiento personal.
¡Y esto es superficial! ¡JAJAJA! ¡Estoy tan en forma! Nunca soñé con tener un six-pack cuando tenía 20, básicamente, porque estaba esta "tendencia" de ser flaca hasta los huesos, ¡literalmente! ¿Alguien recuerda que el hueso de la cadera se consideraba sexy? ¡¡Los músculos oblicuos son sexys!! no los huesos!
Y por último, pero no menos importante, ¡encontrar la nutrición adecuada para mí fue la guinda de lo que necesitaba para dar un impulso rejuvenecedor a mis células! (¡sí, células! ¡Investiga más sobre eso, por favor!)
¿Por qué deberías apreciar tener 40 años?
¡Porque es posible que no te des cuenta ahora, pero tienes toda la sabiduría y la experiencia para sanar y superar lo que sea que hayas estado soportando todos estos años!
Porque tienes la madurez para organizar tu vida y alcanzar tus metas y puedes llegar a ser verdaderamente imparable.
Porque, si eres sincera/o contigo, realmente te importa un carajo lo que piensen los demás, ¿verdad? Estás ahí durmiendo en la idea de tomar decisiones, así que hoy estoy aquí para decirte... ¡QUE ESPERAS!
Y, porque mereces ser feliz.
Mientras escribo esto, he tomado la última decisión importante en mi vida para vivirla con coherencia cerebro-corazón (espero que hayas leído el artículo anterior). La vida es demasiado corta para pensar tanto. Menos mente y más corazón, ese es mi nuevo modjo.
¡Piensa en todo esto!
Esto es uno de los temas que hablo con mis clientas en las sesiones de coaching y es muy entretenido, liberador y empoderador verlas encontrar la forma de iniciar su propio crecimiento personal.
Gracias por leer!
Un abrazo enorme,
Andie
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